LA SOCIEDAD DE LA NIEVE
La analogía que utiliza Presidencia de la República con la pandemia es, una vez más, la tragedia de Los Andes y sus supervivientes. Aún no sé si es por los que tuvieron la épica de regresar vivos o por los que allí quedaron: fallecidos, enterrados y casi siempre olvidados. Con dolor digo que claramente no era esta la analogía que precisábamos. ¿No es obvio que a todos nos hace sentir mucho más solos? Nos traslada la responsabilidad absoluta en un silencio atronador: manéjense, hagan ollas para comer, colectas para sobrevivir y cadenas para bancar. Están solos y solas, en la nieve fría de la pandemia. Constituye el ejemplo más claro de la ideología y la praxis del gobierno. Allí está la sociedad: sola y aislada a lo que pueda hacer, en un espacio de tiempo distópico, sin saber cuánto dura esto ni si podrá sobrevivir mañana. Aquí estamos viendo morir hermanos, amigas y familiares a nuestro lado. La sociedad de la nieve. Realmente necesitábamos otra analogía, una en la que hubiese dire